Grupo - 402
Identificación de la evolución en las sociedades.
2.1 Sitúa
hechos históricos de diferentes culturas a partir de los fenómenos sociales,
políticos y económicos
Análisis de los fenómenos
del ciclo de las culturas.
A pesar de la lejanía en el tiempo y las discontinuidades a
través de la historia hay muchos elementos de las antiguas culturas de Grecia y
Roma que están presentes en nuestra sociedad. Los conceptos de democracia,
ciudadanía y política; el humanismo, la importancia de la libertad, el derecho
romano, las matemáticas, la medicina, diversas técnicas de construcción y
modelos arquitectónicos; la celebración de los juegos olímpicos y muchas otras
manifestaciones se han integrado en la llamada cultura occidental, de la cual
en gran medida los mexicanos formamos parte.
Hay, sin embargo,
otros factores de dichas culturas que quedaron erradicados a partir del
predominio de la cultura judeo-cristiana, como son la libertad de expresión
abierta en ciertas prácticas religiosas, llegando a manifestaciones de insulto
hacia los dioses; las representaciones teatrales vinculadas con cultos
religiosos de la fecundidad y la sexualidad, y las expresiones públicas y
explícitas de la sexualidad en el arte.
Grecia.
Desde el VII
milenio antes de nuestra era (a.n.e.), los grupos humanos que se asentaron en
distintas zonas de lo que después fue el mundo griego, desarrollaron sociedades
neolíticas (de la Edad de Piedra Pulida), es decir, basadas en la economía
agrícola y con nuevas actividades como el pastoreo, el comercio, la cerámica y
la producción de textiles. Con la economía agrícola apareció el producto
excedente que permitió sobrevivir en épocas de difícil cosecha. Las guerras y
las migraciones de las sociedades neolíticas se relacionan con dificultades en
las técnicas de cultivo o con el abastecimiento de productos básicos. Múltiples
restos de ofrendas y objetos rituales revelan la existencia de religiones
asociadas con los fenómenos naturales y con las actividades agrícolas. En la
mentalidad de los antiguos griegos aparecía la figura de un ser mítico,
Pelasgo, que se concebía como el primero que construyó casas y que aprendió a
cultivar, lo que enseñaría a los primeros seres humanos a quienes se denominaba
pelasgos.
Posteriormente se
desarrolló en la zona griega la cultura del bronce, cuyos casos representativos
son la sociedad minoica y la sociedad aquea, que heredaron elementos culturales
a los griegos posteriores.
Cultura minoica
o cretense
Creta fue el
escenario de la cultura minoica llamada así en honor del legendario rey Minos.
Durante el cuarto milenio a.n.e., los pobladores de la isla vivían de la
agricultura, producían cerámica y construyeron las primeras ciudades. Pero a
finales del tercer milenio se produjo un cambio debido a la llegada de
migrantes procedentes de Asia Menor, que pertenecían a una civilización más
avanzada y conocían el manejo del bronce. Éste fue el inicio del minoico medio,
que se caracterizó por la construcción de grandes centros de poder y la expansión
marítima. Sus barcos de velas y remos, que recorrían sobre todo las costas del
Mediterráneo oriental eran su fuerza primordial, de manera que pudieron imponer
en otros pueblos el pago de tributo y condiciones de intercambio comercial, por
lo que se puede hablar de una talasocracia o imperio marítimo. Cnosos se
convirtió en el centro más poderoso de la isla de Creta, aunque también hubo
otros importantes, como Festos, Haghia Triada y Mallia.
Los centros de
poder minoico eran asentamientos con grandes palacios que poseían una
estructura laberíntica.
Los cretenses
vivían de la agricultura, el comercio y la artesanía. Cultivaban muchos de los
productos más típicos del Mediterráneo (trigo, cebada, higos, peras, uvas,
olivo), que completaban con productos ganaderos (bueyes, cerdos, cabras) y
pesqueros (pulpo, atún). Creta tenía amplias redes de intercambio comercial vía
marítima con otros pueblos. Dentro del palacio, los artesanos fabricaban una
extensa variedad de piezas de cerámica de distintos tamaños y para los granos
había grandes jarrones que llegaban a medir hasta dos metros con motivos
decorativos vegetales y animales, algunos realistas y otros estilizados, así
como líneas espirales.
La religión
minoica era naturalista. Los cretenses adoraban principalmente a una deidad
femenina, la Señora de la Naturaleza; también al Señor de los Animales y, la
más representada, era la Señora de las Serpientes, animal que aparecía
enroscado en sus brazos. Uno de los cultos más famosos es el del toro, que
recuerda a la figura del Minotauro.
Cultura aquea o
micénica
El pueblo aqueo
transmitió a los griegos diversos elementos culturales. Procedentes del norte
de Europa, los aqueos ocuparon la actual península de los Balcanes hacia el año
2 mil a.n.e. En los siglos siguientes se desplazaron por diversas zonas que
después conformaron la Hélade: Macedonia, Tesalia, Beocia, el Ática y el
Peloponeso. En el siglo . a.n.e. iniciaron una expansión marítima, cuyo primer
objetivo fue la isla de Creta, conquistada debido a que en aquellos tiempos el
poder minoico se encontraba debilitado. Posteriormente, los aqueos continuaron
su trayectoria de conquista hacia Chipre, las islas del Mar Egeo y Asia Menor,
hasta llegar a la zona de la Tróade, hecho que se conecta con la legendaria
guerra de Troya. De esta forma, los aqueos se convirtieron en la nueva
talasocracia del Mediterráneo oriental.
Los aqueos estaban
organizados en una confederación de reinos (según la tradición eran doce),
independientes en cuanto a su gobierno y economía, pero unidos en empresas
bélicas y en algunas festividades religiosas. Cada reino estaba encabezado por
un rey y la sede del poder se ubicaba en una acrópolis, es decir, en lo
alto de una colina había un conjunto arquitectónico rodeado por gruesos muros, cuyo
núcleo era un palacio. Las excavaciones arqueológicas han dejado al descubierto
restos de palacios aqueos, principalmente en Micenas, Tirinto, Pilos, Atenas,
Tebas y, como se señaló arriba, en Cnosos.
El rey aqueo o wanax,
como aparece mencionado en algunas tablilla tenía un poder centralizado,
similar al del Minos cretense, ejercía funciones administrativas, judiciales,
legislativas, ejecutivas, militares y religiosas. Las tablillas registran dos
vocablos junto al de wanax: el de lawagetas y el de potnia.
El primero se ha identificado como un jefe del ejército y la segunda es una
figura femenina a la que se ha atribuido identidad de diosa o de reina
La sociedad aquea
estaba dividida en gens o familias amplias, que al crecer formaban fratrias y
éstas a su vez filias, que eran los grupos más amplios. En este conjunto
había familias dominantes que conformaban la nobleza gobernante, de manera que
la sociedad adquirió una estructura jerarquizada.
Los palacios
aqueos, al ubicarse en la parte superior de las colinas y estar amurallados,
estaban diseñados para la defensa.. En la acrópolis de Micenas se halla una
pieza de arte notable, la llamada Puerta de los leones, con dos esculturas de
leones dispuestos simétricamente, que se miran de frente separados por una
columna. La cerámica y las pinturas de los palacios acusan una fuerte
influencia minoica.
Las tablillas son
registros administrativos que contienen información sobre productos que
entraban y salían de los palacios, como se indicó, se refieren a tributos de
los pueblos dominados, ya sea en especie, tierras o trabajo. De los productos
agrícolas se mencionan trigo, cebada, lino, higos, cilantro, ajonjolí, apio,
menta; de los ganaderos, toros y vacas, bueyes, cabras, ovejas, cerdos,
caballos. También se registran productos derivados como carne, leche, vino,
lana, huevo y miel, además de metales como oro, plata, cobre y bronce.
Otras
construcciones notables de los aqueos son las tumbas. Las más representativas
son del tipo tholos, a las que se accedía por un largo corredor o dromos.
Uno de los aspectos más interesantes de la cultura aquea es
su religión, pues en las tablillas se registran nombres de dioses que pueden
identificarse con los ulteriores dioses griegos, como Zeus, Hera, Atenea, Ares,
Apolo, Artemis, Dionisos y otros.
Tradicionalmente
la guerra de Troya se ha ubicado en el año 1250 a.n.e., y esto coincide con la
etapa culminante de la conquista aquea en el Egeo. Hay muchas dudas y debates
sobre la veracidad de la versión homérica de esta guerra: la toma e incendio de
Troya por los aqueos después de que algunos de sus guerreros, ocultos en un
caballo de madera, penetraron en la ciudad. Los arqueólogos no aceptan esta
historia, cuyo único sustento es haber encontrado las ruinas de una ciudad y
restos de fuego en algunas partes. Por otro lado, hay versiones de un
debilitamiento de los reinos aqueos debido a las cada vez más lejanas y
costosas guerras, con una ausencia de poder que pudo haber ocasionado
usurpaciones. Lo cierto es que entre los siglos XIII y XII a.n.e. se produjo el
derrumbe de los reinos aqueos. Pero hay otro elemento, la llegada a la Hélade
de una serie de grupos que en su conjunto se denominan “dorios”.
La invasión doria fue resultado de una migración de pueblos de
origen indoeuropeo que ocupó territorios y conquistó a sus habitantes o bien,
los empujó fuera de sus lugares de origen y éstos, a su vez, buscaron otras
tierras donde asentarse.
Época homérica
A raíz de la
invasión doria, surgieron distintas formas de sociedad en lo que fuera la
región dominada por los aqueos. Tales diferencias se dieron en función de las
condiciones particulares de cada territorio y el impacto que ahí tuvo la
invasión. Hubo zonas que no fueron ocupadas debido a la pobreza de su suelo,
como fue el caso de Atenas, pues los invasores buscaban tierras fértiles.
Otras, en cambio, fueron conquistadas y los dorios se impusieron sobre la
población nativa. Y en la zona de Jonia fue donde se formó la sociedad
homérica, cuyo retrato es expuesto principalmente en el poema heroico la Odisea.
La estructura
económica de la sociedad homérica giró en torno de pequeñas comunidades cuyo
núcleo era el oikos, formado por una familia con una parcela y una casa.
Dadas sus dimensiones reducidas, las familias del oikos eran grupos
pequeños que vivían con cierta independencia de la gens tradicional, si
bien en la sociedad homérica se conservó para otros fines —como el de las
guerras— la división de gens, fratrias y filias.
Los poemas
homéricos sugieren la importancia que en esta sociedad adquirió el consumo de
carne, por lo que se criaba principalmente ganado vacuno y bovino, además de
puercos, ovejas y cabras. Entre los productos agrícolas destaca el trigo, la
vid, el olivo, higos, peras, castañas, ajos y cebollas, entre otros. Al lado
del tradicional aceite de olivo, aumentó el consumo de leche y queso, y se hizo
cotidiano beber vino. Las técnicas agrícolas consistían en el uso del arado y
el abono.. La mujer en esta sociedad ocupó un papel dependiente económicamente
del hombre y, por lo tanto, quedó subordinada a su autoridad. Sin embargo, la
figura femenina era respetada dentro de la familia
Las familias
homéricas en los primeros tiempos vivían en condiciones similares, pues todos
al emigrar habían padecido de peligros comunes e inseguridad. Pero
paulatinamente surgieron diferencias en el seno de la sociedad. La guerra era
una actividad que confería honor a los triunfadores y los convertía en héroes.
En la sociedad
homérica el gobierno recaía en la gerusía, que era el conjunto de jefes de cada
gens, quienes dirigían tanto la vida interna como la externa de la comunidad.
El rey homérico o basiléus dirigía al ejército y durante las campañas era la
máxima autoridad. Pero no tenía los poderes centralizados del Minos cretense o
del wanax aqueo, pues en tiempos de paz, si bien participaba en algunas
funciones con la gerusía, quedaba subordinado a las decisiones de ésta.
La vida homérica
giraba alrededor de las actividades del oikos y de la guerra. El valor guerrero
era la cualidad humana más apreciada y, a su lado, el honor y la astucia. La
amistad se tenía en alta estima porque se convertía en una alianza, de la que
cabía esperar lealtad.
En el mundo
homérico se desarrolló una concepción religiosa que transformó las creencias
tradicionales, pues surgió una religión humanista que algunos estudiosos han
calificado de revolucionaria. Esta humanización posteriormente se extendió a
otros campos de la cultura griega como la filosofía y las artes.
En la sociedad
homérica desapareció la escritura, pues ya no había palacios en los que
entraran y salieran grandes cantidades de productos, por lo tanto no era
necesario llevar registros escritos. Los poemas homéricos, la Ilíada y
la Odisea, se divulgaron mediante tradiciones orales y constituyen una
de las riquezas culturales de esta época. La figura de Homero, de quien hay
toda una serie de discusiones denominadas “la cuestión homérica”, se convirtió
desde la antigüedad en uno de los autores más respetados Época arcaica
La mejora de las
técnicas de agricultura, la autosuficiencia del oikos, la acumulación de
bienes muebles en algunas familias y el trabajo esclavo, produjeron un
incremento de la población, por lo que la antigua propiedad familiar resultó
insuficiente. se permitió legalmente la enajenación de tierras, con lo que
surgió la propiedad privada sobre los bienes inmuebles.
Entre las formas
de enajenación de las tierras, cabe mencionar las deudas que los campesinos de
escasos recursos contraían en épocas difíciles (guerras, inundaciones, entre
otros factores), poniendo como garantía sus tierras La esclavitud por deudas se
extendió en los primeros tiempos de la época arcaica.
Se conformó una
sociedad de clases. Los aristoi eran los propietarios de las mejores y
más extensas tierras. Los georgoi eran los pequeños campesinos. Los thetes
eran jornaleros sin tierras. Artesanos (demiurgoi) y comerciantes
(con distintas denominaciones de acuerdo con su práctica específica), no tenían
tierras pero sí un pequeño capital que les permitía vivir por cuenta propia. Al
final de la escala social, los esclavos eran en sí mismos propiedad privada o
posesión estatal, dependiendo del lugar.
El comercio y la
artesanía adquirieron un carácter privado y los griegos iniciaron un
intercambio a nivel internacional. Como queda dicho, en la época arcaica los
griegos colonizaron distintos lugares del Mediterráneo y del Mar Negro. La
circulación de textiles, cerámica, metales y otros productos requirió de un
sistema de pesos y medidas y las monedas griegas comenzaron a circular. El
comercio griego se desarrolló vía marítima, por lo que hubo innovaciones en las
técnicas de navegación (en esta época apareció el trirreme, embarcación
con tres hileras de remeros) y se construyeron puertos.
Como resultado de
estos cambios surgió en el mundo griego la polis, una nueva forma de Estado que
comprendía un pequeño territorio (si se compara con los estados actuales),
definido por fronteras naturales, con un núcleo urbano y una zona rural
conformada por aldeas. La artesanía y el comercio se concentraron en la parte
urbana, en mercados y barrios especializados. De ahí que también muchos cultos
se trasladaran a la ciudad y se construyeran templos. Y dado que la población
se concentró en las ciudades, éstas fueron el foco de la vida política. El ágora
era una plaza con funciones de mercado y con el tiempo se convirtió en
centro de reuniones políticas. Cobró importancia la figura del ciudadano,
hombre libre perteneciente a la polis con una serie de derechos y obligaciones
para con su comunidad y cuya principal obligación era el servicio militar. La
libertad comenzó a concebirse como una condición humana valiosa, pues sólo los
que poseían libertad gozaban de derechos y podían tomar decisiones en mayor o
menor medida con respecto a su porvenir. Ahora bien, la situación económica
también era importante pues solamente el que era propietario podía ser
plenamente libre.
En la polis de
la época arcaica hubo dos formas principales de gobierno: la aristocracia y la
tiranía. La primera se dio como resultado del fortalecimiento de los aristoi,
quienes dominaron la política a través de la gerusía, organismo que impartía
justicia y legislaba en función de los intereses de ese grupo. La tiranía fue
producto de las luchas sociales, pues en el conflicto de intereses por las
tierras. El tirano era respetado por su comunidad y sólo cuando algunos tiranos
abusaron del poder, el cargo se desprestigió.
Dentro de las distintas formas de desarrollo destacan dos
extremos, el de Esparta y el de Atenas. La polis espartana se formó a
raíz de la invasión doria y de que los conquistadores ocuparon el territorio de
Laconia y Mesenia.. Los espartiatas conformaron una aristocracia y eran
el único grupo que gozaba de derechos de ciudadanía. Los ilotas no sólo
carecían de libertad y de cualquier derecho, sino que, en el caso de ser
requeridos debían participar en las guerras apoyando a Esparta. Debido a sus
condiciones de vida llegaron a rebelarse en forma masiva. Un tercer grupo eran
los periecos, personas libres pero sin derechos, que al parecer se dedicaban al
comercio y a la artesanía; eran marginales, pues la principal rama económica
era la agricultura.
Todos los grupos
sociales debían participar en la guerra, por lo que la educación tenía un
carácter militar.
Esparta tenía una
forma de gobierno aristocrático. Como se puede apreciar, los reyes tenían
poderes limitados.
Por su parte,
Atenas representaba la forma más desarrollada y dinámica de polis en la época
arcaica. Ahí se produjeron los cambios que se han mencionado: el surgimiento de
la propiedad privada sobre la tierra, la aparición del comercio y la artesanía
privados, el crecimiento de la esclavitud, el desarrollo de clases sociales,
así como conflictos sociales en torno a la posesión de tierras.
La época arcaica
no sólo fue un periodo de transformaciones económicas, sociales y políticas,
sino que se llevó a cabo una revolución en el campo cultural. Una de sus
manifestaciones fue la reaparición de la escritura ya en lengua griega, lo que
se vincula tanto con las necesidades comerciales de llevar registros, como con
las luchas políticas y la aparición de leyes escritas. Pero la escritura fue
más allá, llegó al campo de la literatura. Otro de los aspectos culturales
revolucionarios fue la aparición de la filosofía en relación con la ciencia. La
llamada escuela de Mileto intentó explicar los fenómenos de la naturaleza, ya
no a través del mito sino con la observación de la realidad y con un método
crítico-racional. Una escuela decisiva fue la pitagórica, en Crotona (Italia),
dejó importantes aportaciones para las matemáticas, con estudios de los
números, la elaboración del famoso teorema de Pitágoras y la idea de un
universo con un orden matemático, lo que a su vez influyó en el concepto de
armonía en el arte. Así surgió la dialéctica en la filosofía.
La cultura de la
época arcaica también fue el germen de las ciencias sociales.. Entre los siglos
VI y V a.n.e. aparecieron relatos de viajes, descripciones de razas humanas, de
costumbres y de acontecimientos históricos. Es decir, surgieron elementos de
etnología, geografía, antropología, politología e historia.
En la religión
griega de la época arcaica había dos tipos de cultos: los públicos y los
secretos. Los públicos correspondían a festividades religiosas que podían ser
locales (de una aldea rural), centrales (que competían a toda la polis,
como las Panateneas en Atenas) y las comunes a todos los griegos (como las
Olimpiadas o los cultos en Delfos). Los cultos secretos o misterios se
realizaban en torno a deidades específicas (por ejemplo, Dionisos y Deméter) y
los participantes debían someterse a un rito de iniciación para ingresar en una
sociedad secreta. Entre los griegos también tuvieron auge los oráculos, una
forma de adivinación de origen ancestral, que sin embargo adquirió tintes
políticos. La pitonisa entraba en estado de trance para decir en forma simbólica
lo que supuestamente la deidad le comunicaba.
Las artes de la
época arcaica fueron el origen del arte griego clásico. En arquitectura se
desarrolló el templo sostenido por columnas y coronado por un frontón, cuya
planta se componía de pronaos y naos. También surgieron los órdenes dórico y
jónico. En la escultura se dio un proceso de aprendizaje del manejo de la
figura humana, en cuanto a su anatomía, movimiento y expresión. Sin embargo, en
lo general las figuras arcaicas presentan cierta rigidez y sólo aparece
esbozada una sonrisa: la “sonrisa jónica”. Escasamente existen restos de
pintura de este periodo y en ellos se ve la misma búsqueda que en la escultura
con respecto a la figura humana. En cambio hay una gran variedad de piezas de
cerámica, pues eran objetos apreciados en el comercio internacional. En cuanto
a estilos, al principio predominó una cerámica geométrica, posteriormente una
con influencia oriental decorada con motivos vegetales y animales, para llegar
a la de figuras negras con fondo encarnado.
Época clásica
En el siglo VI a.n.e., los griegos de Jonia quedaron sometidos
al imperio persa, como resultado de una expansión que se inició durante el
reinado de Ciro el Grande y que abarcó amplias zonas, desde Asia Central hasta
la zona sirio-palestina y Egipto. Pero en el año 500 a.n.e. se inició una
insurrección de los jonios, lo que tradicionalmente se ha fijado como el
comienzo de la época clásica en Grecia.
El levantamiento
de los jonios fue sofocado por el aparato militar persa, pero los acontecimientos
tuvieron un gran impacto en los sucesos posteriores. Dado que los atenienses
habían apoyado a los jonios durante la insurrección, los persas, al frente del
rey Darío, organizaron campañas militares a Grecia continental. Esto es lo que
se ha denominado Guerras Médicas (492-449 a.n.e.), que fueron relatadas en
detalle por Heródoto.
Durante las
guerras contra los persas se utilizaron espías, embajadores y diferentes
estrategias militares.
Durante el
conflicto con los persas se había establecido una liga panhelénica cuya
dirección estuvo a cargo de los espartanos, pero cuando pasó el peligro de
invasión a su territorio no les interesó continuar en la guerra. En cambio, los
atenienses tenían la intención de desalojar a los persas del Helesponto para
imponer sus condiciones comerciales, pues los persas habían dejado el dominio
del comercio marítimo de esta zona en manos de los fenicios
Mientras tanto, en
el interior de Atenas se suscitaron conflictos políticos entre los
aristócratas, que daban prioridad a los intereses vinculados con la tierra, y
los demócratas, que representaban a los comerciantes y artesanos, los cuales se
habían beneficiado con la guerra. En este contexto apareció un nuevo líder,
Pericles, quien se enfrentó a la aristocracia y fue elegido sucesivamente como estratega.
La asamblea popular o ecclesia se convirtió en el principal órgano de
gobierno; ahí se designaban a los magistrados por elección o sorteo, se
decidían las leyes y se ejercían funciones judiciales.
En medio de estas
circunstancias se produjo una gran confrontación en el mundo griego, que desde
la perspectiva del historiador Tucídides era la mayor de cuantas guerras habían
existido. La Guerra del Peloponeso (431-404 a.n.e.) enfrentó a Atenas y Esparta
a causa de sus rivalidades. La Guerra del Peloponeso fue una lucha por la
hegemonía. La guerra se desarrolló primeramente en la Hélade, después se
trasladó a Magna Grecia y Sicilia y, por último, se involucraron los pueblos de
Jonia, aliados de los atenienses pero descontentos ante su dominio. En la fase
final se unieron la liga del Peloponeso y los aliados inconformes de Atenas con
los persas, quienes vieron una oportunidad para volver a intervenir en los
asuntos griegos y fortalecerse. La guerra concluyó con la derrota de Atenas,
que perdió su imperio y en su interior se produjo una crisis económica.
En las décadas que
siguieron a la Guerra del Peloponeso se presentaron nuevos enfrentamientos por
la hegemonía. Esparta la mantuvo por un tiempo, pero chocó con los intereses de
los persas, quienes se aliaron a las póleis descontentas ante el poder
espartano (Tebas, Corinto, Argos y Atenas
Las guerras por la
hegemonía contribuyeron al quiebre de la economía de las póleis. La crisis
afectó a unos y benefició a otros. Uno de los sectores más perjudicados fue el
de los pequeños campesinos, pues la guerra destruyó sus cultivos y muchos
optaron por vender su tierra a bajos precios, lo que fue aprovechado por
sectores con suficientes recursos económicos
En medio de tales
acontecimientos la cultura griega floreció como continuidad de lo que surgió en
la época arcaica. El racionalismo y el humanismo permearon la cultura de esta
época. En el campo de la filosofía, Parménides, de la escuela de los eleatas,
sentó las bases de la lógica y la metafísica en torno a la idea del ser
inamovible y absoluto.
A esta época
corresponden los filósofos Sócrates, Platón y Aristóteles. Sócrates se ocupó de
los asuntos humanos en un contexto en que la polis todavía daba una identidad.
La política, los cultos, la familia, el matrimonio, la educación y la moral
eran los temas que le preocupaban, todos sometidos a una revisión crítica a
través de la mayéutica (un método de inducción a través del interrogatorio del
interlocutor). Su discípulo, Platón, fundó una academia y sus ideas, expuestas
en sus Diálogos, han sido objeto de revisión y de polémica a través de
los siglos. Platón, que inició lo que se denomina filosofía idealista, concebía
que la verdad radica en las ideas y que éstas son esencias y, como tales,
entidades inmutables. Platón, que vivió en medio de la crisis del mundo griego
clásico, diseñó un plan para salvar a la polis, consistente en la distribución
de funciones entre los ciudadanos. Una parte debía producir los bienes y
servicios; la otra se ocuparía en exclusiva de la guerra y la defensa de la polis.
En la época
clásica se lograron avances en el campo de la medicina, en la que destacó la
escuela hipocrática. Con base en la observación de casos particulares y el
registro de datos acerca de las enfermedades, la escuela hipocrática desarrolló
por primera vez un método experimental. En la actualidad se le reconoce cada
vez más que los médicos, para ejercer su profesión, deben prestar el juramento
hipocrático.
La poesía y el
teatro tuvieron en esta época un desarrollo floreciente, pues recibieron el
apoyo gubernamental. En la época clásica destacaron la tragedia, la comedia y
el drama satírico. Las obras que nos quedan corresponden a la tragedia y a la
comedia. La tragedia presentaba un asunto serio en relación con el pasado
mítico y llegaba a una solución fatal. La comedia presentaba un asunto del
presente que llegaba a un final festivo. Los poetas trágicos de los que se
conservan obras completas son Esquilo, Sófocles y Eurípides, Y de la comedia
antigua sólo quedan obras de Aristófanes, poeta que utilizaba la parresía o
libertad de expresión permitida en la comedia para denunciar la corrupción y la
ambición de gobernantes y ciudadanos.
El arte clásico se
desenvolvió dentro de los ideales del humanismo, el naturalismo y el
racionalismo. Por primera vez en el arte se dio prioridad a la belleza,
entendida como la creación de lo perfecto. A pesar de los escasos restos de
pintura, se sabe por las referencias escritas y las imágenes en la cerámica, que
se manejó la perspectiva lineal y el contraste entre luces y sombras. En la
arquitectura, se continuó empleando los órdenes dórico y jónico, pero a finales
de la época clásica se comenzó a extender el uso del corintio. La arquitectura
griega participaba de los ideales de proporción, equilibrio y armonía para
lograr la perfección. Además de los templos, en la Grecia clásica se
construyeron teatros, hipódromos para las carreras de caballos, palestras para
el entrenamiento de los jóvenes en la gimnasia y estadios para la lucha libre.
Los griegos aprovecharon los declives de las colinas para erigir sus
construcciones. Destaca por su majestuosidad la Acrópolis de Atenas con una
serie de templos, entre ellos el Partenón dedicado a la diosa Atenea (patrona
de la ciudad). En la nao se encontraba su estatua con chapas de oro y marfil,
esculpida por Fidias.
Época
helenística
En tanto las póleis
se enfrentaban a un desgaste en lo político y económico y los contrastes
sociales se intensificaban, en el norte se fortalecía un reino, el de
Macedonia.
Los macedonios,
pueblo de pastores con fuertes lazos gentilicios y una nobleza dominante, eran
considerados un reino atrasado, que apenas había sido aceptado como Estado
griego a principios del siglo V a.n.e. Sin embargo, había desarrollado
paulatinamente un comercio rentable, con la exportación de maderas, materia
prima fundamental para la construcción de barcos, muy demandada durante las
guerras por la hegemonía.
A la muerte de
Filipo II lo sucedió en el trono su hijo Alejandro (356-323 a.n.e.), que fue
respaldado por los oficiales leales a su padre. En su formación Alejandro
recibió distintas influencias: de su padre la forma de conducir un Estado y sus
ejércitos, de su madre gran parte de su carácter, de su tío Leónidas enseñanzas
militares y de su maestro, el filósofo Aristóteles, conocimientos de política,
geografía, historia y filosofía.
Al ocupar el trono
se propuso continuar las conquistas iniciadas por su padre. Primero reafirmó la
hegemonía de Macedonia en la Hélade y después extendió sus dominios. En los
siguientes años, Alejandro Magno construyó un imperio por medio de la conquista
de amplios territorios: el imperio persa, ya debilitado, Egipto y parte de
India. Pero cuando comenzaba los preparativos para una campaña en la península
arábiga murió, al parecer víctima de malaria. Su temprana muerte le impidió
consolidar el imperio.
Alejandro, uno de
los personajes más admirados de la historia, concibió un proyecto de imperio
universal con la integración de los pueblos conquistados bajo su mando. Fundó
plazas militares que dieron origen a colonias griegas y con el tiempo se
convirtieron en centros de intercambio comercial (se formó una ruta entre el
golfo Pérsico y India), para lo cual estableció un sistema monetario unificado.
Alejandro gobernó con un poder centralizado e introdujo ceremonias de la
monarquía persa, como la postración y, bajo influencias egipcias, se convirtió
en un dios vivo al que se le rendía culto.
Las atribuciones
que Alejandro adquirió como gobernante no fueron bien recibidas por algunos
miembros de la nobleza macedonia que trabajaban dentro del aparato
gubernamental, por lo que no faltaron las traiciones. Pero Alejandro las
castigó con la muerte.
Con el deceso de
Alejandro Magno se iniciaron las disputas por ocupar su lugar. El imperio de
Alejandro se dividió en tres grandes reinos que tomaron el nombre de los
generales que asumieron el poder en cada lugar: el Antigónida (por Antígono, en
Macedonia), el Ptolomeo (en Egipto, gobernado por la dinastía Ptolomea) y el
Seléucida (por Seleuco, en Asia occidental). En los siglos III y II a.n.e.
perduró una rivalidad entre los grandes reinos que tenían la pretensión de
revivir el antiguo imperio de Alejandro y, por lo tanto, de conquistar a sus
rivales y a los reinos pequeños (como Rodas, Pérgamo y el del Ponto), mientras
estos últimos intentaban mantener su independencia. Pero en el siglo II a.n.e.
unos y otros sucumbieron bajo el poder de Roma.
Si el imperio de
Alejandro no permaneció unido, en cambio, en materia cultural, lo griego se
abrió a las influencias de los pueblos orientales con los que entró en
contacto; en especial, con los egipcios y los persas, incluida en estos últimos
su tradición mesopotámica. La cultura helenística fue entonces el sincretismo
entre lo griego y lo bárbaro.
Atenas conservó su
tradición cultural, pero emergieron nuevas sedes, principalmente Alejandría en
Egipto; Siracusa y Tarento en Sicilia e Italia, respectivamente, así como Rodas
y Pérgamo. El caso de Alejandría fue notable. Ptolomeo fundó ahí la famosa
biblioteca, un museo y un zoológico. La biblioteca albergó el mayor tesoro
bibliográfico de la antigüedad y el zoológico recibió todo tipo de ejemplares
de diversas partes. Ptolomeo acogió en la ciudad a hombres de ciencia, artistas
y filósofos para que ejercieran su profesión con libertad. Se puede decir que
Ptolomeo estableció lo que hoy llamamos política cultural.
En esta época se
desarrollaron con autonomía de la filosofía algunas ramas de la ciencia. Éste
fue el caso de la física, las matemáticas y la astronomía, por un lado, y la
medicina por el otro. Por citar algunos ejemplos, cabe mencionar a Arquímedes
de Siracusa, matemático y físico, que desarrolló el cálculo integral e inventó
una serie de máquinas de guerra; a Eratóstenes que estableció la esfericidad de
la Tierra y propuso medidas con base en cálculos matemáticos. Aristarco de
Samos y Nicetas de Siracusa concibieron un sistema heliocéntrico, pero, dada la
fuerza de la escuela aristotélica, en el siglo II a.n.e. terminó por predominar
la concepción geocéntrica con las tesis del astrónomo y astrólogo Ptolomeo,
mismas que perduraron durante la Edad Media. En medicina se avanzó en el
conocimiento de la anatomía humana mediante la práctica de disecciones, que se
hacían en cadáveres
En la filosofía, además de las influencias aristotélicas
destacaron dos escuelas: el epicureísmo que manejaba la idea de felicidad y
placer mediante la mesura y no el desenfreno; y el estoicismo que sostenía el
principio ético de vivir de acuerdo con la naturaleza, aceptando racionalmente
el orden de las cosas.
En el campo de la lengua se desarrolló la oratoria, la comedia
nueva (con Menandro), la crítica literaria y la gramática. En las artes
plásticas, bajo influencias orientales se hicieron construcciones monumentales
(tumbas, altares). En la escultura se transitó del idealismo al realismo, en el
que la belleza radicaba en la perfección que se lograba en la representación de
la realidad y no en la creación de un ideal. El arte tuvo nuevos temas, como el
retrato de seres humanos de cualquier edad, condición social, origen
geográfico, incluso personas deformes (enanos, jorobados). En esta época se
crearon la mayoría de las obras (escultóricas y arquitectónicas) que en la
antigüedad fueron consideradas como las siete maravillas del mundo.
Entrega 29 de abril
Indicaciones:
1. Lee
la lectura.
3. Es
importante que realices un cuadro de doble entrada o de información en donde expreses las
aportaciones sociales, políticas y científicas de cada cultura y época.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario